Por qué nuestros sueños han cambiado
Cuando Henry y yo nos conocimos, soñamos con tener grandes carreras, una vida exitosa, y mucho dinero. Nosotros tenía los mismos sueños que la mayoría de la gente tiene; sueños mundanos y auto-buscando. En aquellos primeros días, incluso con los altos objetivos, no sabíamos quiénes éramos ni cómo queríamos hacer nuestros sueños Real. Debido a esto, hicimos un montón de errores tontos y luchó mucho. En algún punto nos despertamos. Nos dimos cuenta de que ser del mundo y perseguir los objetivos que teníamos nos obligaría a renunciar a grandes porciones de lo que somos. Tendríamos que renunciar a nuestras almas y nuestra moral. Y nosotros tendría que someterse a groupthink dando en la misma línea de pensamiento que todos los demás tienen. Nos dimos cuenta de que todas las cosas que queríamos llevaron al vacío y sólo se benefició Nosotros mismos. No tenían sentido.
Mirando hacia atrás, entiendo por qué queríamos tener éxito y ser respetados. Pero el respeto de la gente sólo vendría de la cantidad de dinero que teníamos o de la imagen que presentamos. No quiénes somos ni qué hacemos para ayudar a los demás. Elegimos no perdernos para ganarnos el respeto de la gente. El mundo quiere que nos unamos a una cirugía plástica para parecer “perfectos”. Quiere que hagamos un montón de dinero. También quiere que tengamos un cónyuge sexy, un buen auto, una casa gigante y una carrera de alto vuelo. No tener esas cosas, según el mundo, es no tener éxito.
Cuán lejos está el Este del Oeste
Pero te diré algo: la vida no es justa. Algunas personas nacen para luchar – nacido en un lugar donde el éxito mundano es extremadamente difícil de lograr. ¿Valen menos estas personas sólo porque no fueron bendecidos con las mismas oportunidades o capacidades que otros? ¡Claro que no! Sin embargo, todas las personas están prácticamente obligadas a medir su valor basado en el “éxito” que el mundo percibe que tienen. Te diré que en este mundo encontrar la muerte antes de encontrar la felicidad y la pureza. Incluso los mejores momentos de la tierra no se comparan a los peores momentos del cielo.
A menudo pienso en mi mamá. Ella murió joven. Una larga vida no es una garantía para cualquier persona. En un momento pensé “¿puedo ¿Quieres vivir para este mundo y trabajar en una carrera que odio? ¿O debería vivir para encontrar y tener paz?” A pesar de que el cristianismo es cada vez más siendo blanco de “arcaico” y “odioso”, he encontrado una gran paz en los brazos de Dios. He visto lo que la verdadera paz y la felicidad es. Y desde entonces hemos encomendó nuestras vidas a Cristo, Henry y yo tenemos la mejor relación que hemos nunca había.
Lo que espero de la vida
No sé exactamente qué esperar porque vivo todos los días por Dios y me dice lo que debo hacer de acuerdo con Su plan. Sé que quiero vivir en una bonita casa de campo con mi esposo y envejecer y tener hijos y hablar de Dios y del cielo. Aparte de eso, ruego a Dios que viva una larga vida feliz o que me lleve más pronto que tarde para que pueda estar en paz hasta la primera resurrección. De una manera extraña creo que nací para venir y encontrar mi camino a mi padre Jesucristo. El resto de esta vida que vivo es simplemente una ventaja. Sé que ese no es mi único propósito aquí. Espero poder tener hijos que sean cristianos y difundir la palabra y mostrar amor a todos.
Yo también tengo mucho por lo que estar agradecido. Estoy muy agradecida de estar saludable. Hay muchas personas luchando contra la enfermedad y haciendo todo lo posible sólo para tener otro día en esta tierra. Mientras mucha gente se aferra a este mundo y lo que tiene, sé que no voy a durar aquí y que todo este mundo pasará. A veces todavía lucho con querer cosas mundanas, pero trabajo duro para ser mejor cada día. Hace mucho tiempo decidí que estudiaría para una carrera en el campo de la medicina, pero recientemente he tomado la decisión de seguir una carrera menos exigente en la misma industria. Tomé esta decisión porque me da miedo no darle suficiente tiempo o amor a mis futuros hijos. Nunca quiero preocuparme más por mis estudios o mi carrera que mi familia.
Ahora y en el futuro
Henry y yo buscamos la paz, y hacemos todo lo posible para ser amorosos en todo lo que hacemos. Porque, como dijo Pablo el Apóstol, “estos tres permanecen: fe, esperanza y amor. Pero el más grande de ellos es el amor” (1 Corintios 13:13, NIV).
